Se os acabó vuestra exfolianfe corporal...
No hay problema.
Utilizaremos el mismo tarro. Lo lavaremos y secaremos bien antes de utilizarlo.
Con solo dos ingredientes prepararemos una exfolianfe y que os va a encantar.
Se trata de azúcar y aceite.
El azúcar blanca es más barata, esa misma.
Llenaremos el tarro de azúcar unas 3/4 partes para poderlo remover de forma fácil.
Y ahora le toca el turno al aceite. El de girasol sirve para esta preparación y es mucho más barato.
Y verteremos poco a poco y encima del azúcar. Echamos un poco y removemos ayudad@s por una cuchara y así hasta que el azúcar haya absorbido el aceite.
Una vez que esté a nuestro gusto cerramos el tarro y listo para utilizarlo cuando deseemos.
Nos duchamos como lo hacemos habitualmente, nos aclaramos y sin secarnos nos exfoliamos con esa mezcla.
Nos volvemos a aclarar y secamos...
No es necesario hidratarse después.
La piel estará sin células muertas y tendrá una suavidad espectacular.
Dos veces a la semana será más que suficiente y ya me contareis qué tal...
Manos resecas?
Abrimos el tarro y una pequeña cantidad, frotamos unos segundos, aclaramos, secamos y voilá, unas manos suaves al instante.
Y así dónde consideremos necesitarlo más.
:)
Verónica O.M.