Imagen de Internet
El exceso en su imaginación
no la hizo feliz, al contrario.
Pero con el tiempo
aprendió a canalizarlo
y entonces, sí...
Y ahora se siente especial
cuándo antaño se sentía
como un bicho raro
de esos que ven material
dónde otr@s se quedaban
con lo superficial
y nada especial veían.
Y ya no le dá vergüenza pregonar
lo que antes callaba
por el miedo de ser diferente
a quienes conocía.
Y hoy, si está orgullosa
de ser como es
una mujer con imaginación
con la mente despierta
para pensar, crear y ver la vida
de forma real y sin engaños...
pese a esa facultad
que no entorpece
su sabiduría.
Verónica O.M. |